En Búho transformamos el tedioso proceso de armado de carrito con TYTO.IA, el asistente virtual que utiliza tecnología de reconocimiento de texto para leer tus recetas médicas, identificar los medicamentos que necesitas y armar tu carrito de compras de forma eficiente.
Hace tres meses atrás, estábamos junto al equipo de Búho filosofando acerca de cómo mejorar la experiencia de usuario de nuestros clientes para hacerla cada vez más sencilla. No solo nos interesa buscar maneras en las que pudiéramos atraer más personas a la plataforma, sino también nos importa agilizar el paso del flujo de compra que más dolores de cabeza les trae a nuestros usuarios y potenciales clientes: el armado del carrito.
Para los que aún no han tenido la suerte de usar nuestra querida plataforma, buhochile.com, deben saber que el proceso consta de cinco pasos muy simples:
- El armado del carro de compras.
- La revisión de este.
- En caso de ser requerido adjuntar las recetas médicas.
- La selección de la dirección y tipo de despacho.
- Finalmente el pago.
Para nuestro equipo es de especial importancia velar para que este proceso sea lo más simple posible, de manera que este pueda ser usado por todo usuario que necesite comprar medicamentos, o mejor dicho, que quiera hacerlo de manera inteligente: ahorrando en la compra de sus medicamentos sin salir de su casa.
Dado que el infame armado del carro de compras requiere de mayor interacción de los usuarios, siempre es el paso que tiene un mayor número de detractores. Ya sea porque no encuentran el medicamento que estaban buscando debido a una falta ortográfica al escribir el nombre, o bien, porque requieren de muchos productos, ante lo cual deben estar buscándolos uno a uno para agregarlos al carro. Esta tarea puede ser muy tediosa, sobre todo para personas menos acostumbradas a las compras en línea.
Se nos ocurrió hacer más permisivo nuestro buscador de medicamentos, de manera que sugiriera productos aún cuando hubiera faltas de ortografía. Sin embargo, descartamos la idea porque un buscador más tolerante con este tipo de errores podría llevarnos a sugerir medicamentos que no tuvieran relación con lo que el usuario estaba buscando, lo cual sería confuso y peligroso.
Así, entre risas y trozos de pizza, surgió la idea del millón: ¿qué pasaría si le simplificamos la tarea al usuario, y somos nosotros los que nos hacemos cargo de armar el carro de compras, o mejor aún, lo hacemos usando a favor la tecnología, fieles a la propuesta de Búho?
La verdad, la idea es simple, y se basa en algo que habíamos mencionado anteriormente en otro artículo de nuestro Búho Blog: asimilar nuestro flujo de compra a algo que los usuarios ya están acostumbrados. Antes de que existiera la compra en línea de medicamentos, y hasta hoy en día, los usuarios se acercan a su farmacia más cercana con su receta médica en mano, y se la entregan al químico farmacéutico detrás del mostrador. Este, con una habilidad sobrehumana, leía lo que muchas veces parecían ser jeroglíficos, para luego buscarlos en los estantes. Y listo, ya estaba armado el “carro de compras”, solo faltaba pagar.
Para replicar esto, solo debíamos buscar una manera de leer las recetas médicas de los usuarios, reconocer los medicamentos y con esto armar un carro de compras. Con la ayuda de los avances de las tecnologías de reconocimiento de texto, y de las herramientas de inteligencia artificial, podíamos lograrlo. Además, gracias a proyectos que tenemos junto a otros actores del ecosistema de salud, podríamos ofrecer a los usuarios la opción de elegir la opción bioequivalente o de marca para cada medicamento recetado.
Otra ventaja a favor fue que, según los requerimientos del Insituto de Salud Pública (ISP), se exige a todos los usuarios adjuntar una receta en caso de uno o más de los productos del carro de compras estén catalogados bajo prescripción. Por ende, sabíamos que nuestros usuarios ya debían contar con una receta médica.
En solo un par de días, ya teníamos un prototipo funcional, el cual bautizamos TYTO.IA y subimos rápidamente a nuestra plataforma, con el fin de probar si este causaba interés en nuestros usuarios. Eso sí, y para evitar un motín por parte de nuestro equipo tecnológico, dicho prototipo solo debía ser capaz de leer recetas escritas a computador.
Los resultados nos sorprendieron. No sólo comprobamos el interés por la herramienta debido a que muchos usuarios, nuevos y antiguos, ingresaron a nuestra plataforma a usar la herramienta, sino que poco a poco la gente comenzó a preguntarnos por las siguientes versiones, con dudas respecto a cómo nuestro programa era capaz de entender los medicamentos presentes, o si TYTO sería capaz de leer recetas manuscritas en algún momento.
Nuestras ganas de mejorar el bienestar de nuestros usuarios es imparable. Después de este logro, nos propusimos como equipo mejorar la herramienta existente. Antes de todo, nos interesa agudizarla precisión con que TYTO reconoce los medicamentos, tanto por el beneficio que tendrá para nuestros usuarios, como por el desafío que esto implica para nuestro equipo de tecnología. En cualquier caso, les estaremos informando de cualquier novedad. Manténgase atent@s, que pronto se viene TYTO.IA 2.0. ¡Súmate a la compra inteligente!